Bien (-) a todos los presentes aquí. Hoy me gustaría expresar mis pensamientos sobre el desarrollo del poder personal en una organización. Según Frederick Mann, emprendedor exitoso y autor de The Economic Rape of America, “El poder personal es la capacidad de lograr lo que quieres. Más que cualquier otra cosa, es el poder personal lo que le brinda éxito y felicidad. La mayor barrera para el éxito en casi cualquier esfuerzo es la impotencia, la negatividad, la impotencia y la inercia. Pertenecen juntos. El problema no es solo nuestra impotencia, sino también la impotencia de quienes nos rodean “.
Una persona no puede ser un líder eficaz si no tiene poder personal. Tener poder personal significa tener el poder de controlarte a ti mismo y a los demás. Por tanto, el poder personal es un requisito importante de un líder. Una de las mejores formas de comprender y aprovechar el poder de uno es conocer su inteligencia emocional (IE).
Peter Salovey y John Mayer han definido la inteligencia emocional como “la capacidad de monitorear las emociones propias y de otras personas, discriminar entre diferentes emociones y etiquetarlas adecuadamente, y utilizar información emocional para guiar el pensamiento y el comportamiento”. Las empresas pueden incorporar la IE como parte de sus programas de formación. Esto podría ayudar a los empleados a conocer mucha información sobre sí mismos en cuanto a dónde se encuentran mental y emocionalmente. Esto les da una medida de su gradiente de potencia y sabrá el esfuerzo que deben realizar para hacerlo completo.
El poder se puede heredar como la promoción a diferentes puestos y, a veces, el poder de un empleado normal se puede sentir cuando lo afirma y la gente lo respeta. Según los investigadores French y Raven, hay cinco bases de poder, a saber, el poder legítimo, el poder de recompensa, el poder coercitivo, el poder de los expertos y el poder de referencia.
Hay pocas formas de desarrollar el poder personal basándose en los cinco conceptos principales de la IE de Goldman. La primera forma es tener conciencia de sí mismo. Ser consciente de sí mismo significa conocerse a sí mismo, sus fortalezas, debilidades, emociones, comportamientos, etc. Ser consciente de sí mismo sabrá tomar decisiones adecuadas por sí mismo y podrá confiar en sí mismo en las decisiones que esté tomando.
La segunda forma es la autorregulación, que implica regular o controlar las propias emociones e impulsos negativos y cambiarlos adecuadamente según las circunstancias. Es la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes. Hay que saber comportarse en determinadas situaciones. Esto te da poder sobre tus emociones. La tercera forma es tener buenas habilidades sociales y conocimientos para gestionar a las personas y llevarlas en la dirección deseada.
Con buenas habilidades interpersonales, uno puede motivar a los demás y unirlos. La cuarta forma es tener empatía hacia los demás y considerar a los demás al tomar decisiones e implementaciones. La quinta forma es motivarse a uno mismo y a los demás para lograr objetivos colectivos.
En una organización, es importante conocer el valor del poder personal. Al seguir e implementar las formas mencionadas, los empleados pueden desarrollar el poder personal en una organización.